Según la psicoanalista francesa Françoaise Dolto, “Todos los padres son biológicos, pero algunos adoptan a sus hijos”. La autora destaca dos puntos fundamentales entre padres e hijos: primero, la importancia de la vida gestacional para el desarrollo del bebé y, segundo, la cuestión de que donde hay un hijo, necesariamente deben tener los padres quienes lo generaron. Parece obvio, pero en la dinámica familiar y parental no siempre existe esta conexión natural y profunda. Para que los padres adopten a su propio hijo, necesariamente debe existir el deseo de “tenerlo” como hijo, y con ello todos los afectos y responsabilidades de ese vínculo. El trabajo clínico ha demostrado que la capacidad de conectarse con el niño no está relacionada con el género, sino con cuestiones personales potenciadas por acuerdos entre padres.
Hay mujeres a las que tiene más o menos dificultad de ser en , como del mismo modo, hay padres cariñosos o negligentes con sus hijos. La suma de la estructura de la personalidad, los factores genéticos, y las experiencias ambientales, permiten diferentes universos de vínculos. Nuestra sociedad ha cambiado los arreglos familiares. El estado civil es muy flexible porque vivimos en una sociedad impulsada por sucesivos matrimonios monógamos.
Comprender que las relaciones matrimoniales son reversibles, pero las relaciones filiales son irreversibles. Una vez padres, esta relación es inmutable. Los padres siempre tendrán el papel principal de establecer la salud mental de sus hijos. En muchas familias, el cuidado de los hijos sigue siendo unilateral por parte de la madre, y los niños se crían con la ausencia del padre. La madre necesita, independientemente del estado civil, el apoyo efectivo del padre en la educación, económica y emocional para sentirse apoyada y poder responder a la maternidad de forma madura y con dedicación para los hijos.
El estrés generado por diversos problemas maritales o con el excónyuge altera la calidad de los lazos entre padres e hijos donde todos – padre, madre e hijos experimentan desorganización psíquica. Los niños se ven perjudicados, ya que la estructura del ego infantil no siempre es capaz de soportar todas las diferencias de los padres. Los hijos necesitan un ambiente con comprensión y tolerancia. Los hijos son los resultado del deseo de los padres y, como dependientes, necesitan padres responsables con ojos amorosos para crescer con salud física y mental.
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